El panettone, ese tradicional pan dulce italiano que se ha convertido en el símbolo de las fiestas de fin de año en muchas partes del mundo, está siendo víctima de un fenómeno de simplificación y banalización. Lo que alguna vez fue un arte gastronómico que requería paciencia, habilidad y conocimiento profundo, hoy parece haber sido reducido a un simple "pan de navidad" que cualquiera puede hacer en casa, sin respetar su legado ni la técnica. El resultado: panettones industriales y versiones falsas que distan mucho de la auténtica receta.
1. El arte del panettone auténtico: La clave de un buen panettone radica en su elaboración meticulosa, que incluye el uso de masa madre, fermentaciones largas, y una cuidada selección de ingredientes. Cada uno de estos factores contribuye al sabor, la textura y la esponjosidad que hacen único al panettone. Sin embargo, pocas panaderías y pastelerías mantienen este nivel de rigor en su producción. ¿Por qué? Porque hacerlo bien requiere tiempo y un entendimiento profundo de la técnica.
2. La rápida popularización y la pérdida de la esencia: Como muchas tendencias culinarias, el panettone ha sido adoptado por todos, desde grandes cadenas comerciales hasta pequeños emprendedores que buscan capitalizar sobre la moda. El resultado ha sido un aumento masivo de versiones comerciales que distan mucho del panettone original. Muchos panaderos, en lugar de invertir en el proceso tradicional, recurren a mezclas industriales que simplifican la receta y permiten producir más rápido, sacrificando el sabor y la autenticidad.
3. Los mix industriales: un atajo peligroso: La tentación de usar premezclas industriales se ha vuelto común. Estas mezclas, que prometen ahorrar tiempo y esfuerzo, contienen ingredientes que no aportan al sabor ni a la
